El inicio del otoño trae consigo la esperada recolección de setas
Con las primeras lluvias del otoño, los pinares de la comarca de Hellín vuelven a llenarse de uno de sus tesoros más apreciados: los guíscanos. Estas setas, conocidas científicamente como Lactarius deliciosus, son muy valoradas tanto por los aficionados a la micología como por quienes disfrutan de la cocina tradicional de la provincia de Albacete.
En la comarca de Hellín, así como en otras zonas de la Sierra del Segura y la Manchuela, su aparición marca el inicio de una temporada muy esperada. Bajo el nombre popular de guíscanos se agrupan varias especies, entre ellas Lactarius deliciosus (L.) Gray, Lactarius sanguifluus (Paulet) Fr. y Lactarius semisanguifluus R. Heim & Leclair, todas ellas muy apreciadas en la gastronomía local.
Los expertos recuerdan la importancia de una recolección responsable, evitando arrancar ejemplares pequeños, no remover el suelo del pinar y respetar el entorno natural para asegurar la continuidad de este recurso en años futuros. Asimismo, insisten en extremar la precaución, ya que no todas las setas que brotan en esta época son comestibles. “La mejor garantía siempre es ir acompañado de alguien experto o consultar a asociaciones micológicas”, subrayan desde el ámbito científico.
Más allá de su interés gastronómico, la temporada de setas se ha convertido también en una oportunidad para disfrutar del paisaje otoñal, el aire limpio y la conexión con la naturaleza, una experiencia que cada año atrae a vecinos y visitantes a los montes de Hellín y sus pedanías.
Redacción | El Faro de Hellín
