Por Conchi Catalán
Siempre vimos con verdadero horror el holocausto nazi contra los judíos, la gran vergüenza de la Humanidad, siendo conscientes de que aquello ya era pasado y que nunca jamás se volvería a repetir…
Ahora, en el siglo XXI, transcurridos más de 80 años de aquella crueldad si límites, el mundo entero contempla de nuevo el horror más despiadado, ejercido sobre seres humanos inocentes.
El mundo no ha aprendido nada
Como dice una canción de Mecano: “Yo no sé, ni quiero, de las razones que dan derecho a matar”, ni tampoco entiendo, ni quiero, de las razones políticas que hacen a los líderes posicionarse del lado del fuerte con una degradante doble vara de medir…
Hamás, es un grupo terrorista y como tal no puede tener cabida en un mundo en paz. Condeno rotundamente su ataque, los muertos y los rehenes merecen la más contundente repulsa mundial. Israel tiene derecho a defenderse, sí, pero plantear la respuesta masacrando colectivamente a la población, le hace perder toda razón moral. Palestina, no es Hamás…
¿Cómo creer los argumentos de que “se atacan estructuras de Hamás”, cuando tenemos el alma encogida ante la gradación de crueldades que estamos viendo…?
Los bombardeos indiscriminados donde mueren niños, familias, ancianos o las salvajes medidas del gobierno de Israel, tanto o más graves, en términos humanitarios, como el corte del suministro de agua, electricidad y el bloqueo a la entrada de alimentos y combustible. Ninguna de estas medidas puede justificarse en nombre de la guerra contra Hamás. Son directamente un castigo colectivo contra la población civil y por tanto un crimen de lesa humanidad.
Como decía antes, la mayoría de los líderes políticos pasan de perfil o se posicionan del lado de Israel sin ni siquiera mencionar al pueblo palestino, ocupado desde 1948 por los gobiernos judíos y sometido durante más de 70 años a un brutal asedio y represión sin que nadie en la Comunidad Internacional haya movido un solo dedo para evitarlo.
Yo me pregunto: ¿Si Ucrania ha sido invadida por Rusia y ha merecido un total apoyo internacional, por qué no se ha hecho lo mismo con el pueblo palestino, ocupado violentamente por Israel desde hace décadas?
No hay derecho…
En esta locura sin límites, los niños son las víctimas más indefensas. Cientos de miles de ellos necesitan desesperadamente ayuda humanitaria y protección. Todos y cada uno de los niños y niñas, sin importar quiénes sean o dónde estén, deben ser protegidos. Así lo recuerda UNICEF en virtud del Derecho Internacional Humanitario, que ha sido ignorado como otros muchos derechos.
Ya han muerto más de 2500 niños en esta guerra salvaje y los que no mueran tendrán en el alma heridas tan profundas que serán imposibles de curar.
No hay derecho.
En este mundo hostil, nos queda la luz de las organizaciones humanitarias o de aquellos que, aun arriesgando y perdiendo la vida, permanecen junto a los que sufren.
Sigo pensando, como siempre, que las bombas no traerán nunca la solución.
“Tanto los palestinos como los israelíes merecen vivir en paz, igualdad de derechos, dignidad y libertad” y aunque se empeñen en arrasar completamente Gaza, no acabarán con la violencia y el odio, porque ese NO ES EL CAMINO:
