Los atacantes, que se identificaron como independentistas, alegaron “no respetar las leyes de España” y golpearon al agente, que perdió un diente. AUGC denuncia la desprotección institucional de los guardias desplazados.
Un agente de la Guardia Civil originario de Hellín, desplazado a Benidorm para reforzar la seguridad en la temporada estival, fue brutalmente agredido este domingo 13 de julio durante un control rutinario de alcoholemia en Calpe (Alicante). Los agresores se negaron a someterse a las pruebas y justificaron su negativa alegando que “no reconocen las leyes del Estado español”.
La denuncia, difundida por la Asociación Unificada de la Guardia Civil (AUGC), alerta sobre un patrón que se repite cada temporada alta: la vulnerabilidad de los agentes enviados a reforzar la seguridad en zonas turísticas sin garantías laborales ni respaldo suficiente.
Según relató el secretario general de AUGC en Albacete, Agustín Clemente, en el programa Hoy por Hoy Albacete de la Cadena SER, el guardia civil fue atacado físicamente tras intentar evitar la huida de los sujetos, que reaccionaron con violencia. El agente perdió un diente como consecuencia del ataque.
“No ha podido ni pedir la baja”, lamentó Clemente, explicando que, de hacerlo, perdería los gastos personales asumidos para establecerse temporalmente en Benidorm. Una situación que, según AUGC, pone de manifiesto la falta de un sistema de protección integral para los agentes trasladados: “Trabajan en condiciones precarias, lejos de sus familias, y sin derecho real a enfermar o lesionarse”.
