Tras causarle la muerte cuando se encontraban de cacería
Según informaba Radio Hellín Municipal, el juzgado de lo Penal número tres de Albacete ha condenado a un cazador, como autor responsable de un delito de homicidio imprudente, a 15 meses de prisión así como a dos años y medio de privación del derecho a la tenencia y porte de armas por la muerte de su compañero de caza a consecuencia de un disparo de su escopeta En materia de responsabilidad civil el acusado indemnizará a la mujer de la víctima en 103.390,06 euros, y a cada uno de los cinco hijos en 8.615,84 euros.
Desarrollo de los hechos
Según la sentencia establece, el día 11 de octubre de 2008, el acusado, en compañía de la víctima se dirigieron a una finca en la Pedanía de Cancarix ( Hellín) para cazar, utilizando la técnica de aguardo de jabalíes, en un coto de caza. “Una vez en el lugar el acusado dejó estacionado el vehículo que utilizaron para desplazarse a la finca, en las proximidades del lugar donde estaban los puestos de caza, fuera de la zona de tiro de los puestos, para evitar espantar la caza con el reflejo de la luna. Como medidas de seguridad el acusado y la víctima acordaron finalizar la cacería a las 00:00 horas, habiendo establecido un itinerario de regreso al lugar donde estaba estacionado el vehículo, que ambos debía recorrer con el arma en su funda”, dicta la sentencia.
Siendo las 00:05 horas de la madrugada del día 12 de octubre de 2008, el acusado, que “se encontraba recogiendo su arma y cerrando su puesto de caza, hallándose ya fuera del mismo, divisó a una distancia de 40 metros , en la parte trasera de su puesto, un bulto que supuso era un jabalí y al que disparó, con escopeta de mira telescópica , sin tener visibilidad suficiente y en una zona donde no lo debía haber hecho, pues dirigió el disparo fuera del campo de tiro habitual del puesto que ocupaba y en dirección al lugar donde habían dejado estacionado el vehículo. Disparo que impactó en el tórax de la víctima, quien falleció en el acto, por destrucción de órganos vitales torácicos”, explica la misma sentencia. El fallecido estaba casado y tenía cinco hijos, mayores de 25 años. El arma utilizada por el acusado era un rifle de caza mayor, calibre 30, con mira telescópica, con óptica de 3-12×56. En la fecha de los hechos el acusado tenía licencia de caza y de armas en vigor y concertado un seguro obligatorio de responsabilidad civil.
