El alcalde amenazó con expulsar del salón de sesiones a varios concejales socialistas
Como dicen que terminé el Rosario de la Aurora, así finalizaba a las 15,00 horas de la tarde la sesión plenaria ordinaria del Ayuntamiento de Hellín, algo que ya se vislumbraba al repasar el orden del día, con nueve puntos, de los cuales cuatro eran mociones presentadas por los grupos de la oposición y una por el concejal no adscrito, Juan Carlos Marín.
Pero fue en el último punto, que en estas convocatorias corresponde a los ruegos y preguntas, cuando estalló la polémica, también esperada, por lo ocurrido en los días procedentes con la ya histórica declaración de Interés Regional por la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, para la transformación en regadío a las 862 hectáreas de la SAT “Riegos del Sur de Hellín”.
Tanto el representante de IU, Javier Morcillo, como los socialistas Ramón García y Ramón Lara, lanzaron sus preguntas acusando al alcalde de haber defendido los intereses de los “latifundistas de Cancarix” en contra de los pequeños agricultores de Minateda, La Horca y Agramón, aportando datos, ya conocidos, y volviendo a calificar el decreto de “pelotazo”, exigiendo al gobierno de María Dolores de Cospedal su anulación.
El punto álgido de la cuestión llegaba con la contestación del primer edil, tras explicar y asegurar que en la sesión plenaria del 29 de abril de 2013, nunca había dejado de cumplir lo acordado en aquella ocasión. Mínguez añadió que igual que la diputada nacional Maravillas Falcón, centro de todas las acusaciones, tenía ocho hectáreas en esta SAT, el concejal socialista Ramón Lara, poseía tierras en otra sociedad agraria como era “El Mayorazgo de Agramón.
Amenazas de expulsión
Allí se armó “la de Dios es Cristo”. El portavoz del PSOE, interrumpió la respuesta del Mínguez, para exclamar completamente irritado que él no tenía “ni una maceta de tierra” y que el alcalde mentía de una forma descarada.
Las cosas, entre replica y contrarréplica , en las que hubo algún que otro “espontáneo y espontánea” llegó a un punto en que el alcalde amenazó con expulsar del salón de sesiones a Lara y compañía.
Al final las cosas quedaron en aguas de borrajas y la sesión, con más de cuatro horas de duración llegaba a su final.
En este punto de ruegos y preguntas también hubo otros momentos de interés cuando Juan Carlos Marín preguntó por la Ley de Transparencia, y Ramón García se interesaba por la iglesia de la pedanía de Minas, que aseguraba que se encontraba en mal estado, y asimismo hablaba de las deficiencias en que quedaban algunas calles de la ciudad, tras las obras de instalación del gas natural.
Juan A. Moreno Moya, dio cumplidas respuestas, asegurando que se había encargado un informe a los técnicos municipales sobre este recinto religioso, y al mismo tiempo se había requerido a la compañía que efectuaba eses obras de instalación de energía, que subsanara estas irregularidades y realizarlas con eficacia y corrección.
Por último el propio Ramón García habló de una carta dirigida a los antiguos responsables del Hellín Deportivo para que devolvieran las llaves de las dependencias del Campo de Santa Ana, para que pudieran ocuparlas otros equipos o sino se tendrían que tomar otras medidas.
