Que cortó dos orejas y salió por la puerta grande
Emilio Sánchez
La LI corrida de toros, celebrada en la Plaza de La Chata de la capital de la provincia, a beneficio de la Asociación ASPRONA, ha obtenido una gran acogida entre los aficionados y aquellos que apuestan desinteresadamente por este festejo benéfico.
El cartel contó con toreros de la tierra, destacando la presencia del de Santiago de Mora, Rubén Pinar, el también comprovinciano, Mario Soro, y el joven alternativo, José Francisco Molina. Para añadir emoción, se lidiaron toros de la ganadería de Las Ramblas, dirigida por Carlos Martínez, quien ha llevado el nombre de su padre, el fundador Daniel Martínez, a lo más alto.
Menos de medio aforó
A pesar de que el aforo no llegó a cubrir la mitad de la capacidad de la plaza, los beneficios obtenidos serán íntegros y se destinarán a la entidad ASPRONA, en agradecimiento a todas las personas que han colaborado, incluyendo ganaderos, toreros, cuadrillas, personal de plaza y todos aquellos que se han volcado con la asociación.
En cuanto al desarrollo del festejo, el triunfador indiscutible fue Rubén Pinar, quien abrió la tarde lidiando un toro que mostró debilidad desde su salida del caballo. A pesar de las dificultades, Pinar logró ligar algunos muletazos que no llegaron al tendido debido a la invalidez del astado. Sin embargo, el diestro brilló en su faena con el cuarto toro, apodado “jardinero”, un ejemplar con buen juego y entrega. Pinar supo imponerse con tandas por el pitón derecho, acoplándose a la embestida y logrando una serie de naturales largos que cautivaron al público. Tras un pinchazo y una estocada en lo alto, el torero obtuvo dos orejas y salió por la puerta grande, bajo el aplauso del público.
Oreja y ovación para Mario Soto y José Fernando Molina
Mario Soto, por su parte, tuvo actuaciones prometedoras, pero falló con los aceros, lo que impidió que sus faenas fueran premiadas con orejas. Solo en su primer toro logró obtener un apéndice, mientras que en su segundo el falló con el verduguillo enfrió la labor vista, quedando en segundo lugar su labor muleteril. Aun así, recibió una fuerte ovación por su entrega.
En la misma línea, José Fernando Molina, torero de la capital, también se hizo acreedor de una oreja y una fuerte ovación con saludos. Sin embargo, en su primer toro, a pesar de haber realizado una gran estocada, posiblemente la mejor de la tarde, se le solicitó con fuerza la segunda oreja que el presidente no concedió. Molina demostró su talento y dejó patente parte del mismo en esta corrida de ASPRONA, siendo su primera aparición en ella. En su segundo toro, que cerró el festejo, enfrentó al ejemplar de menor calidad de la tarde, el cual no mostró bravura. Aunque intentó sacar partido del toro, tuvo que usar el verduguillo en tres ocasiones para cerrar la faena.
Agradecimiento de ASPRONA
En resumen, la cincuenta y una corrida de ASPRONA resultó en una tarde entretenida, con tres toreros que necesitan y solicitan más oportunidades para demostrar su arte. ASPRONA espera contar con un mayor aforo cubierto en la próxima corrida, y agradece el apoyo y la solidaridad de todos los que contribuyeron al éxito de este evento benéfico.
