Con el fin de trasladar material escolar y deportivo para los niños de este país africano
El hellinero Rafael Campillo, junto a otros dos compañeros componentes del grupo de “Mensajeros de la Paz”, emprendía este fin de semana, un emotivo viaje hacia Benín, el país africano con graves problemas, sobre todo en escolarización de los niños, que desde muy pequeño sufre horribles abusos por las mafias que existen en estos países de África occidental.
Estas tres personas viajaron con un importante cargamento de material escolar y deportivo contenidos en seis paneles para estos niños puedan utilizarlos, si es que les dan oportunidad para ello, pues antes tendrían que liberarlos de ese trabajo, para el que los utilizan las mafias que actuan el país, en especial el de picar piedra en las minas de granito usado para la construcción.
Asimismo, según nos informaba, Rafael Campillo, algunos de estos niños son vendidos por sus padres por 30 dólares aproximadamente y los usan en operaciones de tráfico y contrabando de órganos y de intercambio sexual, incluso como soldados de las guerras internas de los países colindantes como Nigeria, Níger o Burkina Faso.
Centro colaboradores
Para la reunión de todo este material han colaborado los centros de enseñanza de La Olivarera, de Hellín; el Colegio Rural Agrupado, de Yeste; los Institutos de Enseñanza Secundaria, Izpisúa Belmonte, de Hellín y Leonardo de Vinci, de Albacete; la Universidad de Castilla-La Mancha y la Asociación de Empresarios de Campollano, de Albacete.
Benín es un país del África Occidental de aproximadamente 11 millones de habitantes, donde la lengua oficial es el francés. Su capital oficial es Porto Novo, aunque el gobierno reside en Conotú. Es uno de los países con renta más baja de este continente, donde se violan todos los derechos humanos, y un índice de mortandad de los niños menores de 5 años de un 93 %.
Desde hace varios años. la organización benéfica “Mensajeros de la Paz” que dirige el Padre Ángel está buscando salida para atajar esta tragedia. Así se ha creado un centro social en Tchatchegou, con el fin de evitar que los niños sean utilizados para estos trabajos y sean tratados como mercancía.
Vídeo El agua, la vida para Benin
