Carta al director
Quisiera compartir una experiencia reciente que, más allá de lo personal, considero preocupante para muchos vecinos de Hellín y su comarca. Hace unos días, recibí una llamada desde el Hospital de Hellín para informarme sobre una prueba médica que tenía pendiente desde hace tiempo. Me comunicaron que la espera en nuestro hospital superaba el año, pero que si quería adelantarla, podía acudir a un centro privado en Albacete donde me la realizarían esa misma semana.
Como cualquier persona que no quiere jugar con su salud, acepté la derivación a Albacete. Cerré mi negocio el día de la cita y me desplacé hasta allí, perdiendo una jornada de trabajo por una prueba que, en Hellín, no llevaría más de media hora. Al llegar, mi sorpresa fue encontrarme con una sala llena de pacientes de Hellín, todos en la misma situación: derivados a la capital con el argumento de la larga lista de espera en nuestro hospital.
Esta situación me genera muchas preguntas:
¿Estamos sufriendo un recorte encubierto de servicios en Hellín?
¿Se está vaciando de contenido a nuestro hospital para centralizar la atención sanitaria en Albacete?
¿Qué sentido tiene tener un hospital comarcal si al final muchas pruebas y servicios se están derivando fuera?
No se puede normalizar que tengamos que desplazarnos decenas de kilómetros, cerrar nuestros negocios, reorganizar nuestras vidas o depender de terceros para algo que, hasta hace no tanto, se hacía aquí. Esta deriva no solo nos aleja de una atención sanitaria cercana y de calidad, sino que afecta directamente a nuestra economía y calidad de vida.
Hellín necesita un hospital fuerte, con servicios suficientes y profesionales a la altura, no una fachada que se va vaciando poco a poco mientras nos obligan a mirar hacia otro lado.
Atentamente,
Ana F.
