Por Concha Ras
Después de la Jornada de “Lucha por la Igualdad de género” me he quedado tan sorprendida, que hasta en este momento, me resulta complicado poner en orden mis ideas, para darle salida a mi propia reflexión…
Sabía con certeza que el día 8, en el Teatro Victoria de Hellín, tempranito, arrancaría el acto programado con tiempo y con esfuerzo, desde muchas semanas, desde muchas personas, desde muchas esferas, instituciones públicas y privadas, sociales, empresariales y personales, “Empresarios, obreros, técnicos, trabajadores, todos juntos, todos a una…” cito textualmente del discurso de Julián Besteiro en Octubre del 34…
La ocasión valía la pena, era el Día Internacional de la Mujer, nadie tiene ya dudas sobre las brechas, sobre los techos de cristal, sobre las desigualdades reales y evidentes. Nadie.
Puestas las esperanzas en las generaciones que nos han de cuidar, pensamos con esmero, y con un gran esfuerzo, algo que mantuviera a esas almas inquietas pegadas a las sillas durante 4 horas, sin perder interés, y pasando los micros, luchar y discutir, preguntar, aprender, responder, muchachos y muchachas sin complejos que metieron sus dedos en las llagas, nos hicieron pensar… ¡Ay! Pensar: algo tan necesario…
Figuras Ocultas. Esa fue la película.
Sentada en la butaca, con un poco de frío, la verdad, lloré con el final, al ver, por fin la firma, de la calculadora humana genial y creativa, mujer y negra de la NASA.
Hoy he abierto la prensa regional, y mucho antes de llegar a las páginas que hablaban de nosotros, he leído los nombres de los representantes de UGT y CCOO que convocaron la huelga “feminista”. Son dos hombres. Como crítica a este asunto, y en la contraportada de la prensa escrita con más divulgación, una excelente editorial, yo casi me la creo. La firma era de un hombre con su nombre.
Al menos cinco artículos de opinión en los distintos medios, todos muy feministas, y todos creativos e importantes, cinco firmas de hombre con sus nombres.
Ayer como otros muchos días, desayune leyendo los escritos a Sol, en el Faro de Hellín, buscando aquella firma de mujer, y en los primeros párrafos, habla de aquellos días de su infancia, en que hacía las camas con respeto y con gusto mientras que sus hermanos hacían otras cosas, y que a pesar de ello se siente bien tratada…
Hoy quiero recordar las Figuras Ocultas del evento de ayer, a Marisol, que se perdió el trabajo y el esfuerzo, en el que se leían sus manos y su apoyo personal. A Isabel, a Julia, a Ricardo que se quedó en casa como tantas veces… Como todos los hombres que ayer fueron mujeres…
Recordar a cada una de las maestras que organizaron la salida del cole, que recabaron las autorizaciones pertinentes, que acompañaron a todos sus alumnos, que destaparon la olla de los truenos y que tienen un nombre de mujer; a mi hermana que nos acompañó y contó su experiencia, y recordó a su madre, porque ambas llevan el nombre de una mujer…
Recordar las figuras ocultas que como un huracán, sin ningún miedo, hicieron de su vida un día más, porque les dio la gana, dicen ellas…
Recordar, por qué no, a todas las mujeres que lo fueron, con sus nombres de hombre, que ayer no era su día, sólo os correspondía echar un paso atrás, y dejar vuestros puestos de las cifras de miles en plural, a alguna compañera, y pagarle por ello el justiprecio que vosotros os habéis llevado durante tantos siglos. Ese es el tema.
No están todos los nombres, no convocarnos más que ya vamos nosotras, no paréis por nosotras, no es preciso que toméis decisiones por nosotras o para nosotras, no de protagonistas, no de mandatarios, y por favor, no firméis por nosotras…
