Denominado “El pájaro del alma”, entusiasmo a los espectadores que llenaba el salón de actos del MUSS
Fotos / Lourdes Gómez
En los salones del MUSS, se llevó a cabo en la mañana del martes una representación teatral con motivo del fin de curso del Centro de Educación Especial “Cruz de Mayo”, en la que participaron alumnos, maestros, familiares y estudiantes de otros colegios.
Fue un espectáculo denominado “El pájaro del alma”, muy difícil de describir debido a su colorido, movimiento y luminosidad, pero sobre todo por el entusiasmo que pusieron todos los participantes, quienes transmitieron su emoción al público que llenaba el salón de actos.
Minutos antes del comienzo, nos pusimos en contacto con Pilar Villaescusa Jiménez, jefa de Estudios de este colegio, para que nos ayudara a comprender mejor lo que íbamos a presenciar:
“No es un festival de fin de curso, ni tampoco una obra de teatro, nosotros lo llamamos una representación artística, pero en realidad es el resultado de un proyecto en el que hemos trabajado durante todo el año. De hecho, lo comenzamos antes de la pandemia, por eso es tan significativo para nosotros, ya que tuvimos que detener esta actividad que nos gusta tanto. Ahora hemos vuelto a este lugar donde realizamos la primera representación artística hace 11 años”.
Se trata de una historia llamada “El pájaro del alma” que hemos desarrollado a través de una serie de actividades psicocorporales. Es una obra que hemos construido con un pedacito de cada uno de nosotros”.
Cuando le preguntamos sobre la comprensión de lo que sucede en el escenario, Pilar Villaescusa fue contundente:
“No hace falta entenderlo, simplemente hay que sentarse, sentirlo y ver lo que nos sucede. Aquí no interpretamos papeles, simplemente nos mostramos tal como somos, y para nosotros es muy especial. Por eso estamos muy emocionados, nerviosos, expectantes y, sobre todo, ilusionados. También hoy nos despedimos de algunos alumnos que terminan este año y eso hace que el acto sea aún más emotivo”.
Al preguntarle quiénes participan en la representación, destacó:
“En esta representación participan todos los alumnos del centro, estudiantes de otros centros, sus familiares, estudiantes cercanos y todos los maestros del centro, como uno más. En este escenario, que no es muy grande, hemos trabajado con los estudiantes de transición a la vida adulta, centrándonos en sus habilidades más destacadas, como expresar emociones, trabajarlas, desarrollar habilidades sociales y el arte”.
Sus últimas palabras fueron elocuentes:
“Son unos fenómenos. Estoy nerviosa, pero no porque ellos se equivoquen, sino porque yo pueda equivocarme”.
