La Zona Deportiva de la Piscina Cubierta volvió a vibrar el viernes noche con uno de los conciertos más esperados de la Feria. Más de 2.000 jóvenes llenaron el recinto para disfrutar de una cita marcada por la fuerza del directo y la autenticidad de dos artistas en plena proyección: Serko y Lia Kali.
El encargado de abrir la velada, poco después de las diez de la noche, fue Serko, joven artista barcelonés que se mueve entre el rap y el pop alternativo con letras cargadas de sensibilidad y verdad. Canciones como Te cantaré, Volver a empezar o Todo irá bien sirvieron para calentar al público, que recibió con entusiasmo la cercanía de un artista que conecta desde la emoción más íntima.
La gran protagonista de la noche fue Lia Kali, que irrumpió en el escenario con una fuerza arrolladora. Con su particular fusión de rap, soul y reggae, la barcelonesa no tardó en meterse al público en el bolsillo. Sonaron temas de su primer disco Contra Todo Pronóstico, como Qué te debo o Renacer, junto a nuevas canciones de su último trabajo Kaelis, en las que reflexiona sobre la incertidumbre del futuro con una madurez artística cada vez más reconocida.
La artista, que ha convertido su historia personal en un mensaje de superación y esperanza, ofreció un directo intenso, sin filtros, alternando momentos de delicadeza con explosiones de energía que hicieron saltar a todo el recinto. Sus estribillos coreados y la cercanía con los asistentes convirtieron el concierto en un auténtico encuentro generacional.
El público joven respondió con entusiasmo, disfrutando de una noche que volvió a demostrar la capacidad de la Zona 0 para convertirse en un espacio de referencia musical en Hellín durante la Feria.
Y cuando la música parecía llegar a su fin, aún quedaba una sorpresa: la actuación de Montoya, de La Isla de las Tentaciones, que cerró la velada… pero esa ya fue otra historia.
