Que este año celebra su primer centenario, con una doble ceremonia de este acercamiento de las imágenes de La Dolorosa y El Resucitado
El último día de la Semana Santa de Hellín tiene como protagonista el acto de “El Encuentro” una ceremonia que se vive en un momento lleno de impresionante emoción en el Recinto Ferial de la ciudad, y que hace que los hellineros dejen de redoblar sus tambores y enmudezca todo el entorno, mientras las imágenes de la Dolorosa y el Cristo Resucitado se acercan. Tras estos minutos de total silencio, la persona designada le retira a la imagen de la virgen el puñal de su pecho.
Hasta allí se ha llegado en una procesión en dos vertientes: la de Ntra. Sra. de los Dolores y la de El Resucitado que salen del Templo de Ntra. Sra. de la Asunción a las 9:00 horas, para recorrer un itinerario diferente para desembocar en este Recinto Ferial, que momentos antes también han ido llegando miles de tamborileros que, tras pasar toda la noche llenando de redobles las calles y plazas de la ciudad, quieren rendir este homenaje a la ceremonia de “El Encuentro”.
Minutos después, los pasos a hombros de sus portadores, se unirán en una sola procesión para emprender el camino de regreso al templo del que partieron, siempre acompañados por los tamborileros que no dejan de tocar, hasta que la procesión ha finalizado.
Novedades por el centenario
Pero este año esta procesión tendrá importantes variaciones con motivo de la conmemoración del primer centenario que se celebró esta ceremonia y para ensalzar esta efeméride las dos cofradías han introducido algunas novedades, como el retorno a la procesión de los soldados del Tercio Romano de Cartagena, que acompañaran a ambos tronos. Asimismo, para recordar este primer encuentro que se llevó a cabo en el año 1.922, con la imagen de La Dolorosa de Salzillo, se repetirá la ceremonia en la plaza de Santa Ana.
El último acto de la Semana se este año, es un desfile de las bandas de música que han participado en la procesión, partiendo desde el Jardín Martínez Parras, junto al monumento al Tamborilero recorren las calles Sol y Rabal.
