Buen ambiente y numerosos visitantes
La Plaza Nueva acogía una nueva edición de los Domingos al Rabal, tras los cambios acordados por los organizadores, con el fin de fomentar una serie de calles, cercanas y los comercios de esta zona .
Así, desde primera hora de la mañana del ayer domingo, se llevaron a cabo diversas actividades con el aliciente de la llegada de un grupo de alumnos de la Facultad de Medicina de la Universidad de Murcia, componentes de su tuna, que animaron con sus típicas canciones el ambiente.
Aunque se echaba de menos más personal, quizás por la mañana fría que amenazaba lluvia, si había representantes de los artesanos hellineros y también un castillo hinchable para los más pequeños.
Manoli Espinosa, verdadera anfitriona del evento, abrió su local para exponer las obras de la pintora, María Catalán; junto a lo que se ha denominado “El árbol de los deseos”, consistente en que los visitantes, ayudados por dos azafatas, podían colgar una serie de mensajes, con premio para el más ingenioso o creativo.
Buena aceptación de las visitas guiadas a casas señoriales
Otra actividad de gozo con el favor de los visitantes fue una ruta guiada por las casas señoriales de la ciudad, donde se pudo contemplar algunas de las viviendas con más valor histórico y arquitectónico.
Entre los asistentes se encontraba el alcalde de la ciudad, Ramón García y otros ediles como Javier Morcillo, Juan A. Andújar y Juani Sorio, y una visita especial como fue la de Remedios Herrero, presidenta de la agrupación “Juntos por la Paz desde Benalmadena”, que entregó una bandera a los representantes municipales, que desde ayer colgaba en la fachada de la Casa Consistorial.
Al final las personas que acudieron a este cambio de ubicación ofrecido por la organización se mostraban satisfecha por el buen ambiente encontrado, que en próximas ediciones se trasladaría a otras calles cercanas.
Hay que recordar que, a finales del año pasado, los responsables de “Los Domingos al Rabal”, tras un paréntesis en el desarrollo de la actividad, se replanteó una serie de cambios, consistentes en su celebración en determinadas fechas en el calendario, y no todos los meses, así como nuevas ubicaciones: no sólo en El Rabal, sino en la calle El Sol, Soledad o la Plaza Nueva.
