En la madrugada del pasado sábado, la alcaldesa de Tobarra, Manuela Garrido del Partido Popular, fue interceptada por dos agentes de la Policía Local en un control de alcoholemia. Tras realizar la prueba, se determinó que Garrido superaba el límite legal de alcohol permitido para conducir, registrando un nivel de 0,32 miligramos por litro de aire respirado, por encima del índice máximo de 0,25 establecido por la normativa.
Los agentes procedieron conforme a la ley, inmovilizando el vehículo de la alcaldesa mediante la instalación de un cepo. Sin embargo, lo que debería haber sido un procedimiento estándar se vio empañado por la actitud de la regidora municipal.
Según el parte policial, Garrido solicitó un saludo oficial por parte de los agentes e intentó influir en su actuación, preguntando por sus números de placa y si eran nuevos en el cuerpo. Además, durante el incidente, la alcaldesa manifestó que se había tomado “alguna copa” y advirtió a los agentes: “Así que si la queréis liar…”.
Este comportamiento, que va en contra del respeto a la autoridad y la legalidad, ha generado preocupación y críticas tanto a nivel local como regional. El Partido Socialista de Castilla-La Mancha ha exigido al presidente regional del PP, Paco Núñez, que solicite explicaciones y tome medidas en relación con este incidente, destacando la gravedad de conducir bajo los efectos del alcohol y utilizar el cargo público para intimidar a la policía.
