Hace exactamente cinco años, en un emotivo acto impulsado por el PSOE y con Ramón García como alcalde de Hellín, el Ayuntamiento dio inicio a los eventos programados para conmemorar el “Año Zamorano”. Este año especial fue creado para honrar al ilustre escultor hellinero, José Zamorano, en el décimo aniversario de su fallecimiento.
Dentro de las diversas iniciativas llevadas a cabo, se diseñó un logotipo conmemorativo de la efeméride y se dedicó una plaza céntrica de la ciudad a su nombre. Uno de los homenajes más destacados tuvo lugar en el Museo de Hellín, donde se creó una sala dedicada al escultor, permitiendo a todos los visitantes admirar una selección de su obra y una recreación de su taller, el lugar donde tantas obras de arte tomaron forma y vida.
No se puede olvidar entre estas iniciativas, el libro que el cronista oficial de la ciudad, Antonio Moreno García, elaboró en su memoria, un ejemplar manuscrito, el primero en su amplio repertorio de más de 20 títulos, con el que quiso contribuir a este 10º aniversario de su muerte dentro de “El año de Zamorano”.
Es un ejemplar de 120 páginas, que tiene como prólogo unos emotivos versos de Juan Andújar Balsalobre, que titula, “Soneto en dos tiempos, dedicado al escultor José Zamorano” para continuar con una breve reseña biográfica publicada en su libro “Gente de Hellín” y un artículo de Jesús Díaz Martínez titulado “Se nos fue uno de los grandes”, reflejado en la revista “Redoble” del año 2009. Después, contiene una serie de fotografías de diferentes autores pertenecientes al archivo del autor, con sus correspondientes textos explicativos, que nos dan una perspectiva única de la vida y obra de uno de los hellineros más importante de las últimas décadas.
Hoy, 27 de julio de 2023, se cumplen quince años desde su partida, y nuevamente queremos rendirle un pequeño homenaje al escultor que tanto contribuyó para que la Semana Santa de Hellín alcanzara la magnitud que tiene hoy. Su legado ha dejado una huella imborrable en nuestra ciudad, convirtiendo la Semana Santa en nuestra fiesta más grande y dotándola de un patrimonio imaginero de un valor excepcional.
Como comunidad, recordamos con gratitud y admiración la valiosa contribución artística de José Zamorano y su legado perdura en cada rincón de Hellín, en las emociones que sus obras despiertan y en el fervor con el que se celebra nuestra querida Semana Santa.
