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¿Hellín sigue siendo un destino turístico inteligente?

El Espectador

En 2020, Hellín se unió al proyecto de Destinos Turísticos Inteligentes (DTI) con grandes promesas de innovación, sostenibilidad y mejora en la calidad de vida tanto para residentes como para visitantes. El proyecto aspiraba a poner a Hellín en el mapa del turismo moderno, apoyándose en la tecnología y la preservación de su rico patrimonio cultural, natural y gastronómico. En aquel entonces, se presentó con entusiasmo el Informe Diagnóstico y Plan de Acción que prometía convertir a nuestra ciudad en un referente de turismo sostenible e inteligente.

Sin embargo, tras la llegada del nuevo gobierno local del Partido Popular en 2023, ha habido un preocupante silencio en torno a la continuidad de este ambicioso proyecto. Las iniciativas destacadas, como la campaña “Hellín te suena” o la creación de la marca turística “Hellín dos patrimonios,” parecían apuntar a un futuro brillante para el turismo en la región, pero ¿dónde quedaron esas promesas? ¿Sigue Hellín avanzando hacia su conversión en un destino turístico inteligente, o han quedado estas iniciativas en el olvido?

A esto se suma la desactualización de la web de turismo de Hellín, la cual sigue enlazada desde el portal de Destinos Inteligentes del Ministerio de Industria y Turismo. Esta página no solo está desfasada, sino que incluye una lista de restaurantes de la ciudad que ya han cerrado: Restaurante El Galgo, Restaurante El Albero, Restaurante La Sonrisa de la Luna, Restaurante Montymar, Restaurante La Bodeguilla y Restaurante La Caseta, sin mencionar los nuevos locales que han abierto en los últimos años.

Nos preguntamos si Hellín sigue siendo un “destino inteligente” o si las políticas actuales han dejado de lado esta apuesta por el desarrollo turístico. No hemos visto nuevos avances en infraestructura tecnológica, ni campañas de promoción que refuercen la sostenibilidad o que integren de forma efectiva a la comunidad local en la estrategia turística.

La falta de transparencia y de continuidad en este proyecto genera una duda razonable: ¿se están tomando realmente las medidas para consolidar a Hellín como un destino turístico innovador y sostenible, o estamos simplemente navegando en las aguas de la inercia política?

Es crucial que el gobierno local aclare cuál es su plan para el turismo en Hellín y si sigue comprometido con el modelo de Destino Turístico Inteligente, o si debemos considerar esta etiqueta como una estrategia que ha quedado en el pasado.

Desde El Faro de Hellín, seguiremos atentos y exigiremos respuestas claras, porque el turismo no solo es una fuente de riqueza económica, sino también una ventana para mostrar al mundo la belleza y singularidad de nuestro termino municipal.

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