¿Se olvidan los políticos de Hellín de los problemas reales?
En Hellín, una nueva polémica política ha sacudido la escena local, en la que el Partido Popular (PP) y el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) han cruzado acusaciones a raíz de la manipulación de imágenes de sus representantes. La controversia gira en torno al supuesto recorte y pixelado de las fotografías de los políticos en diversas publicaciones oficiales y redes sociales, lo cual ha provocado un clima tenso en el Ayuntamiento y entre los vecinos del pueblo.
La controversia comenzó cuando miembros del PP denunciaron que, en una reciente publicación del PSOE en redes sociales, se había pixelado la cara del alcalde Manuel Serena, del PP, durante un evento público. Según los populares, este acto fue una clara muestra de falta de respeto hacia sus representantes, quienes estaban presentes y formaban parte del acto en cuestión. Alegaron que este tipo de prácticas no solo desvirtúa el momento, sino que también intenta invisibilizar la participación del PP en eventos locales relevantes. Manuel Serena reaccionó con humor a través de sus redes sociales, mostrando una actitud desenfadada ante la situación.
Por otro lado, el PSOE defendió sus acciones alegando que el pixelado se realizó como respuesta a que el PP había recortado previamente a sus concejales de las fotos oficiales del Ayuntamiento, lo cual consideraban un intento deliberado de menospreciar su presencia en dichos actos. Además, justificaron su acción como una forma de devolver lo que consideraban “censura” hacia sus representantes. Este cruce de acusaciones ha derivado en una discusión que ha traspasado las fronteras del Ayuntamiento, instalándose también en la opinión pública.
La reacción entre los vecinos de Hellín ha sido variada. Mientras algunos consideran que ambas partes están actuando de manera infantil y politizando aspectos triviales, otros creen que este tipo de acciones reflejan una preocupante falta de transparencia y de respeto mutuo entre los partidos. Muchos ciudadanos opinan que, en lugar de centrarse en estas disputas, los políticos deberían concentrarse en resolver los problemas reales que afectan al municipio, como el empleo, la mejora de infraestructuras y el apoyo a las actividades culturales y sociales.
La polémica, aunque puede parecer una mera disputa por la imagen pública, revela también el clima de polarización y tensión que se vive en la política local. Los vecinos de Hellín esperan que esta situación sirva como un llamado de atención para que los representantes políticos se enfoquen en el trabajo conjunto y en el bienestar de todos los hellineros, dejando de lado las pequeñas rencillas y enfocándose en un futuro mejor para el municipio.