Debido, en parte, por el retraso a la hora de recogerse las procesiones
Como hemos ido relatando en nuestras crónicas, desde que se iniciaron las procesiones de esta esperada Semana Santa del 2022, después de dos años sin actividad de ningún tipo por culpa de la pandemia provocada por el Coronavirus, un problema, no por esperado, menos temido, se ha hecho en esta edición crónico.
No hay más que repasar algunos de los horarios para comprender la realidad de este comentario, por ejemplo:
La primera Procesión la del Domingo de Ramos nombrada como de “Las Palmas”, hizo su salida a las 9,30 horas, para finalizar pasadas las 13;30 h. o las del Viernes Santo, primero la de “El Calvario” que se inició a las 7,30 h. y que asomó por El Rabal pasadas las 16.00 horas y que finalizó, con la imagen de La Dolorosa regresando a la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, a las 18.50 horas.
Apenas tuvieron tiempo los componentes de las cofradías y hermandades, que repetían procesión para prepararse para un nuevo desfile el de “El Santo Entierro”, que este año, por si faltaba algo, incluidas las dos novedades: “El Cristo del Desenclavamiento” y la Hermandad de “El Traslado del Cristo al Sepulcro con Nuestra Señora de la Esperanza”, que fueron precisamente, por uno u otro motivo, los que más problemas originaron para que el retraso fuese histórico.
Así, por ejemplo, a las 02.00 horas se produjo un corte de más de media hora en El Rabal entre el paso de la imagen de la Virgen de las Angustias, hasta la presencia de la propia Hermandad del Traslado en esta emblemática calle.
Ya para finalizar, indicar que pasadas las 3,30 de la madrugada, el trono que portaba la imagen de la Virgen de la Soledad, que cerraba el cortejo, entró por la puerta del templo de Ntra. Sra. de la Asunción.
A vista de un hellinero que lleva años fuera… Tanto los organizadores, los participantes y los políticos de turno nunca aprenderán, tenemos una Semana Santa obsoleta, que se mantiene anclada en los años 50 y que ha cambiado todo menos la mente de la gente que la organiza. Nunca podrá crecer la Semana Santa de Hellín mientras la mentalidad del pueblo no cambie. Ahora mismo solo es una fiesta pagana para los tamborileros que van a dormir a su casa tanto el jueves como el sábado y salen recién levantados con su colonia echada, maquillad@s y recién peinados. Una pena …