La película del joven cineasta hellinero ha sido seleccionada para competir en la prestigiosa sección Giornate degli Autori, el espacio más autoral e independiente del certamen italiano
El cine también se conquista con sensibilidad, talento y una mirada propia. Y eso lo sabe bien Gabriel Azorín, cineasta nacido en Hellín, que ha logrado colarse en una de las vitrinas más exigentes del cine mundial: el Festival de Venecia. Su primer largometraje, Anoche conquisté Tebas, competirá en la sección Giornate degli Autori, la más independiente y arriesgada del certamen italiano, consagrada a descubrir voces nuevas con personalidad narrativa.
Será, además, la única representación española en esta sección en la edición de 2025, un reconocimiento que subraya la fuerza de un proyecto forjado con paciencia, mimo y visión. “Es una película sobre lo invisible que se queda dentro del cuerpo”, ha comentado Azorín en alguna ocasión. Y algo de eso hay en la sinopsis, donde dos amigos portugueses, António y Jota, se adentran en unas misteriosas termas romanas en busca de algo que no saben nombrar, pero que cambiará para siempre su relación.
La película —escrita por el propio Gabriel junto al dramaturgo Celso Giménez— se aleja de fórmulas convencionales para proponer un viaje sensorial, casi hipnótico, sobre la amistad, el deseo y el miedo a perder lo que nos une. Una historia pequeña en escala, pero inmensa en resonancia emocional.
El largo camino hasta Venecia
Anoche conquisté Tebas nació en 2020 bajo el amparo del laboratorio Ikusmira Berriak del Festival de San Sebastián y ha recorrido un sólido circuito de desarrollo en espacios como el D’A Film Lab de Barcelona y La Incubadora de la ECAM, donde Azorín se formó como director antes de completar estudios en la Elías Querejeta Zine Eskola.
Su carrera, aunque todavía joven, ya acumula trabajos destacados como los cortometrajes Los galgos, Mañana vendrá la bala y el mediometraje documental Los mutantes. Su estilo mezcla lirismo visual con una gran contención narrativa, sin alardes, pero con hondura. Gabriel no grita: susurra. Y eso, en el cine actual, es revolucionario.
La producción del filme ha reunido fuerzas de España y Portugal, con el respaldo de nombres como DVEIN Films, Filmika Galaika o la portuguesa Bando à Parte, y con el apoyo de RTVE, TVG, RTP y Filmin. La distribución correrá a cargo de Begin Again Films, que ya planea su estreno comercial para el primer semestre de 2026.
Un cine que nace cerca
Para quienes conocieron a Gabriel en Hellín, verlo llegar a Venecia no es una sorpresa, sino una confirmación. Su manera de mirar —desde el detalle, desde la escucha— ya estaba presente en sus primeras historias y ahora se amplifica con un lenguaje cinematográfico que no quiere copiar a nadie, sino crear un espacio propio.
Su presencia en la misma selección que nombres como Damien Hauser, Mayra Hermosillo o Claire Simon refuerza el peso de su propuesta. Anoche conquisté Tebas no solo representa al cine español, sino a una nueva generación de cineastas que se atreven a hablar del presente con ternura, memoria y riesgo.
“Venecia no es el destino. Es una estación de paso en un viaje que va más allá del cine”, podría decir alguien que conoce bien a Gabriel. Porque para él, como para muchos de su generación, hacer cine no es llegar a un lugar, sino descubrir cómo se habita el mundo desde la honestidad y la poesía.

