Breve resumen
Pasados los primeros días de la Semana Santa de Hellín, superada la amenaza de lluvia del comienzo, que obligó a suspender algunos actos, ya el Miércoles Santo amaneció luminoso y sin nubes, tan esperadas todo el año, pero no precisamente en estos días para la mayoría de los hellineros.
Los Tamborileros, en un elevado, número pudieron disfrutar de esos actos programados, como la proclamación de la Unión Musical “Santa Cecilia”, como Tamborilero del Año” representada por su presidenta Mari Carmen López que recogía el galardón de manos de Fernando Picornell, presidente de la Asociación de Peñas, como los magníficos futbolistas que fueron en su día, Eloy y Josico,con un poco de retraso, Tamborileros de Honor.
Después, tras subir en caravana la calle Sol, se llevó a cabo en la Casa Consistorial el acto constitucional con la presencia del alcalde de la ciudad, Ramón García y el presidente de la Diputación, Santiago Cabañero.
Tras las imposiciones y los pequeños discursos, allí en el Rabal, se vivió uno de los actos, que cada año va ganando presencia y popularidad, con el traslado de la imagen del Cristo de Medinaceli y el grupo escultórico de “Los Azotes”, entre miles de tamborileros en esa maniobra casi inverosímil, que llena de emoción a todas las personas que la contemplan, que no necesitan de record Guinness, para estar seguros que esto es irrepetible en ningún lugar del mundo.
Estos pasos, como todos los años se unieron a los que formaban la llamada Procesión de la Oración del Huerto, donde el protagonismo recayó en otro grupo, El conocido popularmente como Paso Gordo, llenando de expectación la Plaza de la Iglesia, a su salida del templo de Nuestra Señora de la Asunción, por las empinadas escalinatas a hombros de sus esforzados portadores.
Jueves y Viernes Santo
También la procesión de Jueves Santo, denominada de “El Silencio”, pudo llevarse a cabo, sin ningún tipo de problemas, que nosotros conozcamos, ya con el nuevo itinerario que hacía más corto el recorrido, al evitar el llamado “estrecho de los franciscanos” para que así el grupo de “La Santa Cena” no tuviera que separarse.
Un tema, que debería solucionarse en los próximos años, ya sabemos que se la junta que preside Francisco Juárez lleva estudiando hace tiempo.
Las manifestaciones de Viernes Santo, primero con la subida y bajada del Calvario, tuvo los muchos alicientes para congregar miles y miles de persona en sus largos itinerarios, no hubo incidentes , que ya es decir mucho, y terminó ya avanzada la tarde, como años anteriores, algo a lo que deberíamos acostumbrarnos, porque otra cosa sería hoy por hoy impensable.
Al terminar la procesión se realizó la ceremonia de “El Desenclavamiento”.
Y que decir de la procesión del Santo Entierro de Cristo con la solemnidad de las imágenes del Cristo Yacente y la Soledad.
Ya solo quedaba el último fin semana, con la que quizás lo años la estén haciendo la más multitudinaria de las tamboradas, pues todo, hasta que llega la mañana gira alrededor de ella, siendo la única protagonista, para desembocar en la mañana del domingo con las dos vertientes de la procesión, con sus momentos espectaculares como fueron los segundos mágicos de silencio con los miles de tambores enmudecidos en un acto de total espontaneidad, sin que nadie tuviera que marcar ni el momento ni la duración.
Después la apoteosis, la marcha hacia la plaza de la iglesia, con un Rabal desbordante, y como colofón esplendido, este año si, el desfile de bandas de música, lleno de alegría y optimismo, que cerraba, un año más, nuestra Semana Santa.
