Querido Antonio, hoy nos encontramos después de unos días de tu fallecimiento, en unos momentos de profunda tristeza al despedirnos de ti.
Eras un enamorado incansable de nuestro querido Hellín. Nos dejas con el corazón lleno de recuerdos y una gran admiración por tu vida y obra.
Tu amor por Hellín se reflejaba en cada palabra que escribías, en cada historia que contabas. Nos llevaste de la mano por las calles de nuestro pueblo, nos hiciste ver su belleza y sentir su esencia. Con tu pluma, lograste que cada rincón de Hellín vibrara de vida y emoción.
Tu legado literario es un tesoro que seguirá inspirándonos y conectándonos con nuestras raíces.
Además de ser un escritor muy activo, fuiste un amigo entrañable y una persona excepcional. Tu bondad, tu generosidad y tu alegría de vivir nos marcaron profundamente. Nos enseñaste el valor de la amistad y la importancia de cuidar nuestros seres queridos, siempre estabas dispuesto a ofrecer una palabra de aliento, una sonrisa sincera y un apoyo incondicional de lo que yo tengo una prueba muy grande de todo ello.
En estos momentos de dolor, nos consuela recordar los buenos momentos compartidos contigo.
Tu espirito vivirá en cada anécdota, en cada conversación y en cada rincón de Hellín que tanto amabas.
Aunque ya no estes físicamente con nosotros, tu presencia se sentirá en cada paso que demos en nuestro querido pueblo.
A tu familia y amigos, les enviamos nuestro más sentido pésame, compartimos su tristeza y les ofrecemos nuestro apoyo incondicional en estos momentos tan difíciles. Antonio, siempre vivirás en nuestros corazones y en las páginas de tus libros que seguirán siendo leídos con admiración y cariño.
Descansa en paz, querido amigo y gran persona. Hellín te recordara siempre con amor y gratitud.
Con todo mi cariño para ti y tu recuerdo imborrable y un abrazo para tu mujer e hijos con los cuales no perderé mi contacto mientras viva.