Han sido 13 alumnos los asistentes durante seis meses bajo la dirección del cocinero Manuel Cutanda
En la tarde noche del miércoles, se llevaba a cabo en la terraza de verano del Hotel Restaurante Emilio, la clausura del Curso de Cocina organizado por la empresa Vizcaíno Mena S.L., en el cual, bajo la dirección del maestro cocinero, Manuel Cutanda, han participado 13 alumnos, durante seis meses.
Fue el responsable de la empresa, Emilio Vizcaíno, el encargado de abrir el turno de las intervenciones, agradeciendo en primer lugar a los alumnos y sus familias, el esfuerzo realizado para supera todas las dificultades, formando otra gran familia durante todo el tiempo que ha durado el curso. Un curso de 820 horas, con varios módulos todos superados, como se comprobarían minutos después degustando todo los platos realizados.
Tras la presentación personal de cada uno de los alumnos, tomó la palabra, una de ellos Esther Esparcia, que en nombre de los alumnos, afirmó, que a todos les hacía gran ilusión compartirla con sus compañeros y amigos esta degustación, que tenía mucha importancia para ellos, pues había sido el colofón de lo aprendido durante estos seis meses. Asimismo quiso elogiar el trabajo del maestro cocinero, Manuel Cutanda.
Fue precisamente a Cutanda al que otra de sus alumnas, Soledad Reina, le dirigió unas palabras de agradecimiento, que , aseguró, además de profesor había sido compañero y amigo.
“Junto a ti, continuó, hemos aprendido que no debemos rendirnos a la primera de cambio, que tenemos que luchar hasta el final”.
Más adelante lo califico “como profesor ejemplar, y como persona un 10”, esperando que esta primera experiencia como tutor le fuese muy valiosa en un futuro cercano.
Por último pidió que la amistad forjada durante estos meses entre todos los componentes del grupo perdurara y dándole de nuevo las gracias, por su paciencia, su fuerza de voluntad, su valentía y la confianza depositada en ellos.
Manuel Cutanda, visiblemente emocionado por estas palabras, solo pudo dar las gracias y señalar que estaba muy orgulloso de haber podido enseñar a un grupo tan excelente como el que se había formado, que disfrutasen de la cocina y que siempre estaría a su disposición.
Después los invitados pasaron a degustar los platos elaborados que fueron elogiados unánimemente.
