Hellín congregó alrededor de 25.000 visitantes en los días de Semana Santa, con unos beneficios de unos dos millones de €
Foto José Luis Campillo
Castilla-La Mancha se está convirtiendo en un referente de primer nivel en lo que se refiere a turismo interior. La comunidad autónoma tiene una amplia oferta de zonas rurales en las que hospedarse y la demanda es cada vez mayor. Según apunta Carmen Casero, consejera de Economía y Empleo manchega, las pernoctaciones de turismo rural todavía han subido más, hasta un 15%, en el mes de febrero.
Es por motivos como ése que, cada vez con más frecuencia, los operadores de viaje ponen sus miras en este tipo de territorios con propuestas de campo y montaña. Sin ir más lejos, el buscador y comparador GoEuro se ha interesado por Castilla-La Mancha al incluir a Albacete en una lista de ciudades recomendadas para la primavera. De ella destaca su amplia oferta de actividades, tanto al aire libre como bajo techo, y también sus espacios verdes.
Pero no termina ahí este fenómeno. En toda la comunidad se registran datos que conducen al optimismo. Toledo y Cuenca, que debían lidiar con las ofertas de playa en Semana Santa, manejaron cifras de ocupación en torno al 90%. En el contexto toledano hay que añadir que los datos se asemejan mucho a los de 2014, cuando el Año Greco fue un gran filón para los turistas. Esta vez no ha hecho falta un acontecimiento de la misma envergadura para lograr récords de alojamiento, lo cual es una magnífica noticia. En cuanto al 93% que se ha alcanzado en la capital conquense, hay que añadir que actos de su Semana Santa como la procesión Camino del Calvario están muy reconocidos a nivel internacional.
Aunque mención especial en este apartado merece Hellín. El municipio albaceteño registró durante el Miércoles Santo la mayor tamborada de todos los tiempos llegando a los 12.609 participantes. Pese a que el acto no pudo entrar en el Libro Guiness porque una jueza no quiso dar validez a la prueba por razones técnicas, la población tiene motivos para estar de enhorabuena. Y es que su multitudinaria iniciativa congregó alrededor de 25.000 visitantes en los días de Semana Santa. Una cantidad que supuso llenar los hoteles al 95% y que dejó unos beneficios de unos dos millones de €.
En términos generales, si se comparan los datos del ejercicio anterior con los de éste, el crecimiento ha sido de siete puntos porcentuales en toda Castilla-La Mancha, es decir, del 63 al 70%. Y lo cierto es que sigue habiendo motivos para el optimismo: de cara al Puente de Mayo, que tiene lugar todos los años con motivo del Día del Trabajador, la comunidad manchega es la tercera de España con más reservas, suponiendo un 13% del total. Sólo la superan Castilla y León (24,99%) y Cataluña (13,63%). Se espera, además, que el número de pernoctaciones siga en aumento.
