El Hellín C.F. cayó por 2-1 ante la U.D. Tobarra en un encuentro marcado por la rivalidad vecinal y las expectativas que, una vez más, quedaron por debajo de lo esperado. Los azulones comenzaron bien plantados sobre el césped de La Granja, pero tras el primer tanto local, el equipo se vino abajo y dio la sensación de estar con la mente más puesta en la Feria de Hellín que en los tres puntos.
El partido se abrió con el gol de Juan Miguel Monte Cala para el Hellín, que adelantó a los suyos y desató la euforia en la grada visitante. Sin embargo, el empuje duró poco: el Tobarra reaccionó con un tanto de José Miguel Sánchez y, ya en la segunda mitad, un desafortunado gol en propia puerta terminó por condenar a los hellineros.
A partir de ahí, el conjunto de José Manuel Fernández se mostró desconectado, sin ideas ni contundencia ofensiva. Los cambios no lograron reactivar al equipo, y el tramo final fue un reflejo de la falta de tensión que tanto lamentó la afición desplazada.
El Tobarra, por su parte, supo jugar sus cartas y mantener el control del encuentro ante un rival que nunca encontró su sitio. En un ambiente de derbi y con un público entregado, los locales celebraron una victoria que sabe a más que tres puntos.
Con esta derrota, el Hellín pierde la oportunidad de consolidarse en los puestos altos y deberá recomponerse cuanto antes para evitar que la resaca festiva prolongue su mala racha fuera de casa.
