Los eventos del día 26 de octubre generan un intenso debate en Hellín sobre su identidad cultural
Foto Archivo Antonio Moreno
La presentación del “Toro de San Rafael 2024” el pasado 3 de agosto marcó el inicio de la cuenta atrás para la celebración de las actividades relacionadas con la trashumancia de mansos y los encierros de reses bravas el Día de San Rafael de este año, que culminarán el próximo 26 de octubre con los encierros programados. Sin embargo, la controversia en Hellín está lejos de disiparse. El debate sobre la suelta de reses bravas sigue candente. Por un lado, las asociaciones protectoras de animales y los colectivos ecologistas continúan alzando la voz en contra de este tipo de eventos, calificándolos de crueldad injustificable. Por otro lado, un sector significativo de la población defiende estas celebraciones como un componente esencial de la identidad cultural hellinera. La tensión entre ambas posturas se mantiene y parece que el conflicto no dará tregua pronto.
Durante la presentación del toro, se llevaron a cabo actividades como el encierro infantil y una fiesta benéfica. Sin embargo, la celebración no logró acallar las críticas de asociaciones como “Hellín Sin Maltrato Animal”, quienes siguen reclamando al alcalde Manuel Serena una respuesta a sus preocupaciones. El silencio del Ayuntamiento ha servido únicamente para aumentar la tensión entre defensores y detractores de estos festejos.
Las críticas de estas asociaciones no son nuevas. Alegan que para que algo sea considerado una tradición arraigada, debe haberse celebrado de manera ininterrumpida durante al menos 30 años, lo cual está en duda en el caso de estos festejos taurinos. “El Refugio de Sori” presentó una queja formal al Ayuntamiento, solicitando la cancelación de estos actos y advirtiendo que, de celebrarse, podrían estar incurriendo en un ilícito, dispuesto a ser denunciado ante las autoridades pertinentes.
La polémica de 2023 se intensificó aún más tras la celebración del encierro cuando la sección de Albacete del partido animalista PACMA presentó una denuncia ante la Guardia Civil, la Delegación de Hacienda y Administraciones Públicas de Albacete, el Servicio de Protección de la Naturaleza de la Guardia Civil (SEPRONA) y el Ayuntamiento de Hellín. El coordinador de PACMA en Ciudad Real, Luis Zamarreño, alegó que los festejos, incluyendo la trashumancia de bueyes desde Agra hasta la plaza de toros y la suelta de reses bravas, violaron varios artículos del Decreto 60/2016, que establece que los festejos taurinos deben cumplir con la condición de ser tradicionales en la localidad, haberse realizado de forma continuada durante los últimos treinta años y/o haber sido declarados de interés turístico regional. Según Zamarreño, estos eventos no cumplen con estos requisitos y, además, perjudican a las reses bravas de lidia.
Y sin embargo, aquí estamos, un año después, con la misma polémica, las mismas críticas y, cómo no, el mismo silencio. Las denuncias de 2023 parecen haberse perdido en el limbo burocrático, y hasta la fecha no hay registro de que alguna autoridad haya movido un dedo para responderlas. ¿Será que todos están demasiado ocupados disfrutando del espectáculo como para preocuparse por la legalidad del asunto? Al parecer, la capacidad de actuación de algunos se limita a la hora de colgar medallas, pero no cuando se trata de aclarar responsabilidades.
Por otro lado, los defensores de los festejos taurinos siguen firmes en su postura. Argumentan que la presentación del “Toro de San Rafael” y la suelta de reses no son solo una tradición, sino un evento cultural que genera ingresos para la ciudad y fomenta la convivencia. La Asociación Taurina Cultural de Hellín, organizadora del evento, ha subrayado la importancia económica de estas celebraciones para bares, restaurantes y otros comercios locales, especialmente en un momento en el que la economía necesita estímulos.
Lo cierto es que la división de opiniones es profunda, y parece que este año no ha sido la excepción. Los hellineros han vivido entre la expectativa y el escepticismo, y la controversia aún no ha terminado. ¿Responderá finalmente el alcalde a las demandas de las asociaciones? ¿Habrá consecuencias legales tras la denuncia presentada por PACMA este año? Hasta ahora, las respuestas brillan por su ausencia.