Aclaración sobre las estelas de aviones en Hellín
En los últimos días, la ciudad de Hellín ha sido testigo de una creciente preocupación debido a la presencia de estelas de aviones en el cielo. Algunos ciudadanos han expresado temores de fumigaciones químicas o la propagación de teorías de conspiración sobre los llamados “chemtrails”. Queremos abordar estas preocupaciones y proporcionar información basada en la ciencia para aclarar la situación.
La teoría de los “chemtrails” sugiere que las estelas dejadas por los aviones son, de hecho, fumigaciones químicas destinadas a afectar la salud humana o modificar el clima. Sin embargo, queremos destacar que esta teoría carece de base científica y ha sido desmentida por expertos en meteorología y aviación.
Según la Agencia Estatal de Meteorología (Aemet), las estelas de los aviones son simplemente nubes de hielo que se forman debido a la condensación del vapor de agua emitido por los motores de las aeronaves. Enaire, el principal proveedor de servicios de navegación aérea en España, ha confirmado que estas estelas se forman cuando los gases calientes de la combustión del keroseno se congelan al entrar en contacto con el aire exterior.
Es importante destacar que las estelas de los aviones no están relacionadas con ninguna actividad de fumigación maliciosa. Las afirmaciones de que estas estelas están contribuyendo al cambio climático o causando sequías carecen de fundamento científico.
La Fiscalía de la Comunidad de Madrid ha recibido denuncias en los últimos meses relacionadas con este fenómeno, solicitando indemnizaciones por problemas dermatológicos y la investigación de las sustancias emitidas. Sin embargo, el meteorólogo de laSexta, Francisco Cacho, ha desmentido tales reclamaciones, explicando que las estelas son simplemente el resultado de la cristalización del vapor de agua.
No obstante quién se refiere a los “chemtrails”, lo está haciendo a las estelas dejadas por los aviones, por usar del mismo modo un término inglés, lo que denominaríamos como un contrail o nube de condensación que no son más que nubes lineales o circulares producidas por el escape del motor de un avión o por cambios en la presión del aire, por lo general a altitudes de crucero de varios kilómetros sobre la superficie de la Tierra.
En cuanto a los vuelos en círculo en el cielo de Hellín, se puede tratar de entrenamientos de nuevos pilotos que se realizan periódicamente para perfeccionar las técnicas de control de mandos.
