Esa es la impresión a la que podría llegar cualquier visitante que pasee por una de las zonas más destacadas de la ciudad, situada detrás del templo de Nuestra Señora de la Asunción, al noroeste de la Plaza de las Monjas y muy cerca de la ermita de la patrona de la ciudad, la Virgen del Rosario, el callejón del Beso y las ruinas del Castillo, por mencionar algunos de los lugares más destacados de esta parte de la ciudad.
En este lugar, como se puede observar en las fotografías, un grupo de antiguas viviendas que llevaban meses mostrando señales de ruina, finalmente se han derrumbado, creando una brecha en el mismo corazón de la ciudad , como lo describiría un historiador con iniciativas.
