Al cumplirse el décimo tercer año de su desaparición
Alrededor de 100 personas, muchas de ellas portando velas rosas y velas blancas, se concentraron en la Plaza de la Iglesia, tras la llamada de la Asociación Feminista y con motivo de cumplirse el décimo tercer aniversario de su nunca aclarada desaparición de Mari Cielo Cañavate Valverde y con el objetivo de seguir recordándola y apoyar a su familia. Allí su hermana Rosa leyó el siguiente manifiesto:
“No fue un adiós. No te despediste…
Teníamos tantas cosas pendientes… y como entender, como asimilar, como soportar que desapareciste. Tu libro encima de la mesa, y como vivir sin tu perfume, sin verte entrar por esa puerta, se parte mi alma. En mis sueños quise rescatarte y traerte de la nada, pero… en la nada no hay Justicia, no quedan tus carcajadas.
Un silencio inexplicable. Como se explica al Mundo el desgarrante dolor, cuando extiendo mis manos al vacio. Me refugio son tus recuerdos, tus charlas, porque una vida no se esfuma, no se evapora en el aíre, hay algo más.
A María Cielos hay que recordar, tiene que estar presente y en la memoria de los que la queremos. No se puede olvidarla, no es un fantasma, es un desaparecido y hay que nombrarla. Sacudámonos los velos del miedo, porque un desaparecido puedo ser yo, puedes ser tú…””
Por su parte Gema Ibáñez, en nombre de la Asociación Feminista, reivindicó actos como el llevado a cabo, con el fin de que la desaparición de Mari Cielos no quedará en un total olvido y pedir justicia y apoyo para su familia.
