Pacientes de Albacete capital son derivados al Hospital de Hellín, a 42 minutos en carretera y 62 kilómetros de su centro de referencia
De 2002 a 2018, el Hospital General Universitario ha contado con la única resonancia de la sanidad pública en la provincia de Albacete. De hecho, debido a sus más de 15 años de funcionamiento, ha sufrido numerosas averías. No obstante, en lugar de adquirir una nueva resonancia, la Consejería de Sanidad optó por cambiar piezas a la de Albacete, adquirir una nueva para el Hospital de Hellín y programar la compra de una tercera en Villarrobledo.
En la actualidad, se da la circunstancia de que pacientes de la lista de espera de Albacete son citados en el Hospital de Hellín, a 62 kilómetros de la capital, para someterse a la prueba diagnóstica.
No obstante, ya en 2017, el Servicio Público de Salud de Castilla-La Mancha (Sescam) reconoció que el Hospital de Almansa se estaba utilizando como recurso para descargar la lista de espera de Albacete.
Falta de espacio
Hay que tener en cuenta que el Hospital General Universitario de Albacete arrastra desde hace más de una década un problema que no deja de agravarse, como es la falta de espacio. Esta situación implica que no puede dar cabida ni a las donaciones de la Fundación Amancio Ortega, que tiene a profesionales de brazos cruzados por falta de quirófanos o que la lista de espera, sobre todo en Traumatología, llama la atención a nivel nacional.
De hecho, el año pasado surgió la Plataforma por un Hospital Público Digno, que ha venido a confirmar las serias deficiencias que sufre el centro hospitalario. En este contexto, antes de las elecciones, hubo un amago de las prometidas obras de ampliación, con el inicio de la demolición de uno de los edificios, que no ha venido sino a empeorar la situación.
