Una prueba de resistencia que comienza este sábado en la población del norte de Marruecos, Nador y termina, tras seis etapas, en Marrakech
Según explicó el propio Oscar, se trata de un raid, con coches clásicos y pilotos no profesionales, una aventura por el desierto dentro de una competición solidaria con las aldeas del sur de Marruecos, colaborando con las ONG que operan por aquella zona.
“Nosotros somos pilotos aficionados, nos surgió el Panda, y nos pusimos manos a la obra. Hemos tenido mucho trabajo, ya que tienes que prepararlo, modificarlo. Al coche se le ha hecho de todo, hay que tener en cuenta que tiene 29 años. Había que hacerle una revisión profunda, cambio de suspensión de frenos, de transmisión, se le ha reparado el motor, el embrague, se le ha cambiado las ruedas los asientos, todo el sistema eléctrico. Es un vehículo de 55 caballos, pero no se trata de correr sino de evitar obstáculos y subir dunas.
Más adelante daba más detalle sobre esta competición:
“Está es la XI edición con 400 participantes de todo el mundo, 800 locos, 400 pilotos y otros tantos copilotos. Hay clasificación, normativa, pero es el último plano, lo importante es la aventura y la solidaridad. Hemos tenido poco tiempo, pero si hemos hecho alguna prueba para ir tomando experiencia”.
“Son un total de 2.844 kilómetros. Voy a disfrutar, si está experiencia me gusta pienso repetir y asimismo tengo la ilusión de hacer un raid con mi padre por España”, concluyó.
