Sol Sánchez
Últimamente me he aficionado a la lectura de paisanos. Personas que como a mí, les inspira su tierra natal.
Sólo aquellos que ponemos todo nuestro cariño en conseguir que el proyecto de un libro se convierta en una realidad, sabemos lo frustrante que puede llegar a ser no cubrir nuestras expectativas.
Por eso me gusta comprar a los nuevos autores sus libros y que formen parte de mi lectura y mi hogar.
En Navidad quedé con Manuel Ruíz para que me entregara el suyo. Un libro hecho con mucho cuidado y cariño por dentro y por fuera.
Supe de su afición por la fotografía y a la vez, comprendí que Manuel es un caminante de la vida, que nada le pasa desapercibido. Que recoge los detalles que anidan en el dolor, en la risa, en los rincones de la poesía…
Amante de la Naturaleza, de los libros, de la buena gente.
Manuel se lanzó hace unos meses en la odisea de describir con unas frases parte del mundo, de las cosas, de la gente.
Frases que acompaña con fotografías que hablan por sí mismas.
Al principio valoré muy rápido (error) y pensé: ¿Frases acompañadas de fotografías?
Pues sí, así es. Y en el viaje en tren que me llevó desde Hellín a Madrid, pude descubrir que son frases que se adentran en tu interior y destapan partes de tu propia vida.
Frases que te hacen reflexionar, preguntarte cosas, dudar, creer, buscar, soñar. Frases que te llenan la mente de palabras y que te acarician, o arañan el corazón. Que te provocan alguna lagrimilla y que consiguen que no despegues tu mirada de alguna de las fotografías.
Sentí cómo leyendo entre líneas me iba apareciendo la vida interior del autor.
Porque a veces no hacen falta miles de palabras para tocar los sentimientos y conseguir liberar las emociones.
A mí me encantó ¿Y a ti?
“NO VIDA
Cuando te falten unas manos que te acaricien, unos labios que te besen, un hombro donde apoyarte, un paisaje donde estar, o un espejo donde mirarte, para bien o para mal, estarás muerto.
Yo me di cuenta tarde”.
(Del libro DEL TODO UN POCO, de Manuel Ruíz)
