Con 17 votos a favor y siete en contra
Víctor García se convirtió el pasado martes en el presidente, por fin, en el presidente de la Asociación de Cofradías y Hermandades, después de conseguir, en la primera votación, 17 votos a favor y siete en contra, es decir 2/3 del total, y se convierte , con 28 años, en el más joven en la historia de esta entidad, y sin necesidad de acudir a la segunda y última ronda, tras una primer intentona, hace un mes, que no se pudo culminar ante la ausencia de candidatos.
Tras finalizar la votación, quiso mostrar su agradecimiento a los representantes de las cofradías y hermandades, con estas palabras: ” doy las gracias sinceras por el apoyo mayoritario recibido”, con el compromiso de devolver esa confianza, con el trabajo que yo y mi junta directiva, vamos a realizar”.
Retos y comportamientos
De los posibles retos de futuro, apostó por regresar “al espíritu y esencia” de la Semana Santa del pasado, y dejó entrever que no se convertirá en una especie de “fijación u obsesión” que las procesiones de la polémica del pasado, como Viernes Santo y Domingo de Resurrección, terminen a un horario muy determinado. “Entre todos-está prevista también una reunión con el alcalde y parte de su Gobierno- tenemos que buscar un consenso, hacer autocrítica, y no cargar toda la responsabilidad al comportamiento de algunos tamborileros”.
García también apoyó mantener, en la medida de lo posible, la base de todas las procesiones de la Semana Santa, en cuanto a los horarios o itinerarios, aunque no descartó replantearse regresar, en el desfile de Jueves Santo, al recorrido tradicional de la calle De Eras; mientras que, ante el hecho de que, en la Semana Pasional del 2019, por las obras del Convento de Franciscanos, no se podrá transitar por el Estrecho, no descartó, como en otras ocasiones, atajar por la calle El Arco.
Sin descartar una procesión infantil en el futuro, “con el fin de seguir haciendo cantera con los niños”, también confió en consolidar las relaciones con la Asociación de Peñas de Tamborileros, convencido que “la grandeza de la Semana Santa es un conjunto de muchas cosas buenas que las hacen posibles muchas personas”.
