José Alarcón Molina
Aunque con algo de retraso felicito con mi mayor respeto y cariño a los Cuerpos de la Policía de España, por la festividad de los Ángeles Custodios. A esa felicitación del comentario se unirían los millones de españoles que confían plenamente en nuestras Fuerzas de Seguridad. Seguro que los Mozos de Escuadra, Policía de Cataluña, y la Policía Municipal y Nacional en la Comunidad, habrían dado lo que les pidieran por haber podido celebrar los Ángeles Custodios con alegría y tranquilidad, como han hecho las Policías en la mayor parte del territorio español. No es raro que se hayan enfadado ante la situación a la que les está llevando la política “separatista” de Torra, Torrent y compañía. ¿Y todo para qué?.
Esa interrogación se puede contestar con facilidad. La clase política Catalana en la actualidad, incluidos los políticos que dirige desde Bruselas el cobarde Puigdemont (es difícil de entender que obedezcan sus directrices los que dirigen el Gobierno y Parlamento de Cataluña), están llevando a los siete millones de Catalanes a la “división en el seno de las familias”, al drama de una convivencia “rota e insegura”, y a los inicios del hundimiento de la Economía de la Región, cuando Cataluña tenía un progreso y desarrollo de los mejores y más importantes de las Regiones de la UE, y de otras Regiones de Países de Occidente. Y sin tener en su subsuelo petróleo, o una riqueza minera importante. Todo por querer mandar y enriquecerse (unos), y medrar (otros), cuando los unos y los otros están encuadrados en un grupo de “incompetentes y más que mediocres políticos” (Torra, Torrent y otros).
Los Ángeles Custodios, Patrones de nuestras Fuerzas de Seguridad, “bendecirán diariamente” la problemática labor que desarrollan los Cuerpos de Policía Catalanes. Porque éstos afortunadamente están sabiendo contener a “los violentos” con unos escudos y unas porras, y sin otros medios de protección y ataque más sofisticados y disuasorios. Que sus Santos Custodios, Patrones, les sigan ayudado y protegiendo, porque si se llega a producir la muerte de algún “violento”, quien más va a sufrir los rigores de la Ley, son los que están defendiendo a las personas y bienes de los políticos y la Sociedad de Cataluña, incluidos los que provocan esa “dañina y criminal violencia callejera”.
