Celebrar el número cuatrocientos de este semanario, es todo un logro
No sé si es apropiado, pero a la hora de escribir sobre un semanario hellinero, debo remitirme a tiempos pasados. Soy hija de un hellinero impresor, Manuel Sánchez Peñafiel (Sánchez el de la imprenta).
Mi padre tenía un sueño: editar un periódico en su Pueblo. Y lo hizo. Y formé, junto a otras muchas personas, parte de ese equipo…, recuerdo entre ellos a Mariano Andújar Tomás.
Conozco la interminable lucha y el esfuerzo que supone poner a disposición de los lectores una publicación de estas características. Hay que tener mucho amor por la encomiable labor.
Conozco los sinsabores, los días en los que se desea tirar la toalla. Lo poco que se valora un trabajo en el que hay que estar horas y horas en busca de las noticias. Conozco la poca empatía de aquellos que critican, que intentan destruir ese servicio al Pueblo y por los ciudadanos de este Pueblo.
Me pregunto: ¿cuándo cambiará ese perfil social y valoraremos el esfuerzo? ¿Cuándo tasaremos en su justa medida los lazos que nos unen?
Muchas publicaciones se perdieron por falta de apoyo, y de alguna manera, nos quedamos huérfanos de cultura, opiniones, informaciones y datos.
Una publicación independiente nos mantendrá al día de los acontecimientos que ocurren en nuestro entorno, sin manipulaciones de los políticos, intelectuales, o funcionarios.
El Faro de Hellín está abierto a todos los ciudadanos, grupos sociales.
Todas las opiniones cuentan.
Sostengamos la letra impresa. Olores a tinta y papel. Es de vital importancia que a través de estas páginas expresemos críticas, criterios, opiniones, ideas…
Es fundamental que como hellineros mantengamos un contacto personal con la prensa escrita y la manera más fácil y directa es hacernos suscriptores del mismo. Abrir la puerta de nuestra casa, cada sábado, a un Faro que nos acercará como en un escaparate, todo lo que concierne a Hellín y sus alrededores, a la historia de nuestra comunidad, noticias y opiniones que evidencian el pensamiento de nuestros vecinos.
Espero y deseo, que este número cuatrocientos sirva para despertar esa motivación en los hellineros, por mantener lo que un Pueblo que crece, necesita. Para apreciar a las personas que están detrás de cada número, que se esfuerzan por conseguir que esta publicación flote y se mantenga, como el Faro que ilumina y nos une en Hellín.
Felicidades a Mariano y Miguel Andújar. A los establecimientos que han depositado su confianza con la publicidad y a los que se sumarán en breve. A los abonados y a los que cada semana se acercan al quiosco a comprarlo.
Felicidades a ti, LECTOR POR TU COMPROMISO con las cosas que suman y cuentan dentro de la vida hellinera.
