El poeta albaceteño fue el protagonista de la tercera Jornada Literaria
La tercera Jornada Literaria estaba dedicada a la poesía y para ello los organizadores, con acierto, eligieron al joven poeta albaceteño, de Pozo Lorente, concretamente, Constantino Molina, que el año pasado consiguió uno de los premios de más prestigio en el panorama de este género literario, sin duda el menos demandado por los lectores: el Nacional de Literatura en la modalidad de Poesía Joven “Miguel Hernández”, por su poemario “Las ramas del azar”, que fue definido por el jurado como “un libro sereno en el que la naturaleza permite el descubrimiento de un sujeto contemplador del misterio de la vida, expresado de una forma contenida y musical”. Años atrás también había obtenido el Adonáis.
Y también se notó esta premisa en el salón del Museo de Semana Santa, donde apenas 30 personas se dieron cita para escucharlo, pero que pudieron pasar un rato agradable dado lo ameno de su charla donde pidió y obtuvo la participación de los asistentes.
A Constantino Molina lo presentó “un colega”, el concejal, Juan Antonio Andújar, que al parecer estuvieron de acuerdo en la mayoría de las cosas, menos al señalar el mejor poeta en lengua castellana, mientras el edil se inclinaba por el oriolano, Miguel Hernández, el protagonista del acto señalaba al místico monje San Juan de la Cruz, cuya poesía después alabó largo y tendido.
Tras definir la poesía como el género literario más honrado, Molina leyó algunas de sus poesías de este poemario como “Canción del mundo”, “Leche de higuera” o “La condición del vuelo” que eran recogidas por los aplausos de los concurrentes.
Terminaba haciendo referencia a su más reciente obra “Silbando un eco extraño” y recitando uno de los poema que contiene “”Metafísica del Orden”.
